Crítica de Corazón Salvaje
Corazón Salvaje
Una versión indescifrable de Mago de Oz
El universo de
David Lynch es algo tan enigmático como querido y repudiado al mismo tiempo. Este
director de la década de los 80, se ha caracterizado siempre por sus convulsas y
extrañas películas que a día de hoy siguen siendo un misterio para muchos,
incluida una servidora.
Corazón salvaje trata de la huida romántica de Sailor y Lula, una pareja de jóvenes que deciden escapar de la
restricción de Marietta (Diane Ladd),la madre de ella, de ver a su amor verdadero. En esta fuga viven
varias y variopintas experiencias en coche, mientras son perseguidos por unos
matones de la madre.
La película es una road movie en la que van haciendo paradas única y exclusivamente para divertirse y exteriorizar un amor pasional hasta rabiar que se representa con hacer el amor, bailar y cigarrillos utilizando los colores rojo y amarillo para llevarnos a esas emociones. Tiene recuerdos al género western en decorados, escenarios y lugares por los que viajan.
Nicolas Cage en el papel de Sailor, es el arquetipo de hombre duro de los años 80, que protege a su "hembra" y es el más fuerte de todos. Lula, interpretada por Laura Dern, es la clase de mujer que pega mucho con este tipo de hombres: una chica de 20 años cuyo único deseo es estar al lado de su novio. La actuación de Laura Dern desconcierta un poco, porque en ocasiones parece interpretar a una Lula "tonta", y sin cerebro, o es que directamente es la propia actriz quien sobreactúa demasiado.
Lo que más se ve en este film son las referencias a la película Mago de Oz: a la protagonista le persigue un pensamiento continuo de una risa espeluznante a la que ella llama "la bruja del Este". Que en realidad, esa bruja representa a su madre, quien también la persigue durante todo el viaje para separarla de Sailor.
Hay muchas secuencias en formas de recuerdos, como por ejemplo las del primo de Lula en donde se refleja el trastorno mental, que no aportan nada la historia y solamente sirven para que el director tenga una excusa para filmar escenas extravagantes y desagradables sin ningún sentido.
En otras escena de Corazón Salvaje, el director quiere incluir conceptos surrealistas en una película que
quizás no tiene mucha cabida: en una secuencia hay un par de matones que secuestran al novio de
la madre de Lula, y aparece por arte de magia como en un mundo no terrenal con personajes
que parecen sacados de una terrorífica secta. Davyd Linch seguro que querrá decirnos algo con estas
escenas tan macabras, porque todo lo que se filma tiene una intención; pero los
poco conocedores de su mundo, estas escenas hace que se nos
derrita el cerebro.
Cuando los amantes llegan a la localidad ficticia llamada Big Tuna, conocen a Bobby
Peru, interpretado por William Dafoe, que es un buscavidas que se dedica a
pegar palos en bancos y que también está implicado en la
misión ordenada por Marietta. Bobby Peru se quiere
divertir mientras intenta la lleva a cabo y consigue realizar una de
las escenas más memorables: cuando Lula está sola en el apartamento en Big Tuna, él entra con la excusa de querer usar el baño. Una vez dentro, presenciamos la manera en que
Peru empieza a acosar, de una manera muy brusca, sexualmente a Lula. Su actuación y caracterización de trastornado, consigue transmitir verdadero miedo de que le
vaya a hacer algo a Lula.
En definitiva, Corazón Salvaje está compuesta de partes realistas y partes surrealistas. Los más irracionales y adeptos a la filmografía de Davyd Linch, verán una película que tiene muchas de las características de sus antecesoras, y para los que nos gusta películas del mundo real, observaremos que la película se salva por la elección de la música, la ambientación de las escenas de los enamorados en la primera parte de la película y, sobre todo, por la buena actuación de Willian Dafoe.
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