Crítica de Simone, la mujer del siglo
Simone, la mujer del siglo
Una vida luchando por la justicia
La fiebre de los biopics parece que no pasa de moda. Hace unos años, se producían películas sobre la vida de personajes relevantes de forma ocasional. A día de hoy, nos encontramos con mil ejemplos que narran la trayectoria personal o profesional de figuras del mundo que han cambiado la historia: Elvis Presley, Madame Curie, Oppenheimer, o la más reciente Back to Black. Simone, la mujer del siglo, narra la vida de la mujer que cambió completamente muchos aspectos de la sociedad del siglo XX y que perdura hasta nuestros días.
El montaje de la vida de Simone, la mujer del siglo
Al inicio de
la película, se nos presenta la historia de Simone contada en primera persona. Ella decide hacer un libro de sus memorias y comienza hablando del tiempo en el que vivía en una Francia tranquila antes de la invasión de los
alemanes. El principio es el que se puede esperar, metiéndonos en la Simone de entre
uno 8 o 10 años que tiene una familia feliz.
La siguiente secuencia salta a una
etapa suya mucho más mayor que está en el Congreso proponiendo la ley del
aborto. Algo muy transgresor por aquellos años y que el director, Oliver Dahan, refleja
con una sucesión continua de los detractores de esta ley cada uno diciendo negativas
peores que la anterior: exageraciones desproporcionadas del cambio que conllevaría
esta en las mujeres y comparando su propuesta con el nazismo.
Un compendio de información
Durante los saltos
en el tiempo, el director pretende contar toda una vida en solo dos horas y
media de película. En cada etapa, se transmite mucha información y
de forma muy densa que hace que acabes algo saturado por todo lo aglutinado que
está. Quizás el meter una vida tan interesante en tan solo 140 mintuos de
metraje, no sea la forma más adecuada de hacer un biopic sobre una figura que
tanto ha hecho por la sociedad.
Lo mejor sería haberse centrado en la etapa de la vida de Simone más interesante. Por ejemplo, cuando decidió dejar de cuidar a sus hijos y volver a estudiar y ser abogada. En esta etapa, consiguió muchos cambios como cambiar todo el sistema penitenciario en las cárceles de hombres y mujeres, la cual se podría haber desarrollado más y haber visto más a fondo cómo lo consiguió, con todas las dificultades que le ponían los hombre de la época. O cuando la nombraron Ministra de Sanidad.
Parte personal de Simone, la mujer del siglo
Además de la trayectoria profesional de Simone, nos mezcla también los duros momentos que tuvo cuando los nazis capturaron a ella y a su familia para llevarlos a campos de trabajo, donde los judíos podían morirse o vivir a duras penas. Esta parte influyó mucho en la vida de Simone, porque no volvió a ver su hermano ni a su padre y ella quiere hacer memoria a todos los supervivientes del Holocausto.
Observamos a la protagonista, a su hermana y a su madre hacinadas en los trenes con otras personas; el miedo que sentían al no saber donde los llevarían, el cómo los soldados seleccionaban a las personas para decirles si se iban un campo a otro y la incertidumbre de si no volvería a ver más a su familia. A esta parte, también llegamos en distintos saltos en el tiempo. Aunque casi al final de Simone, la mujer del siglo, sí que se queda desarrollando esta tragedia para que podamos ver uno de los grandes motivos por los que Simone quiere hacer justicia a una comunidad que lo pasó tan mal.
Conclusión de Simone, la mujer del siglo
Por un lado; hay un gran número de biopics en el mercado que hacen evidente la inexistencia de ideas originales en la industria cinematográfica, y tienen que decantarse por producir la vida de una figura relevante, porque saben que siempre habrá espectadores que quieran ir a verla y porque saben que sacarán beneficio.
Por otro lado; los biopics como éste sirven de mucho al público joven para que conozcan de manera audiovisual la historia de personas que consiguieron cambiar el mundo e interesarse más o querer buscar más información sobre ella de una forma alternativa, y no a través de los libros de historia.
Simone, la mujer del siglo peca un poco de condensar mucha información en tan poco tiempo, y a lo mejor no resulta atractiva en algunos momentos. Pero si sirve para que su nombre no se olvide, habrá merecido la pena.
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