Crítica de Alumbramiento

 Crítica de Alumbramiento

El drama de las adolescentes embarazadas en los 80

Alumbramiento es un conjunto de experiencias vividas por menores de edad, con pocos meses de embarazo, en los "centros de reeducación" de los años posteriores a la muerte de Franco, llevados a la ficción. Este conjunto de testimonios, recogidos verazmente por Paul Teixidor, director de este film, recrean de forma muy real el ambiente de estos reformatorios; donde las niñas pasaban su estancia desde que sus padres las dejaban, avergonzados de ellas, hasta que daban a luz.

critica de alumbramiento

Cada hecho de esta película es totalmente verídico. Teixidor consigue un realismo demoledor en Alumbramiento gracias a un trabajo previo de investigación por su parte, a una elección increíble del reparto y a un saber organizar, dirigir y mostrar las vidas de las protagonistas de unos sucesos que marcaron una parte de la historia de España: los bebés robados.

El proceso de este abandono temporal, comienza situándonos a Lucía en un camilla para embarazadas, abierta de piernas, y un médico verificando el tiempo de embarazo. Después, la cámara nos traslada en un coche de policía llevando a Lucía con grilletes en las manos. Ella lo único que siente es vergüenza, desde que el doctor le hace una inspección vaginal hasta que llega una habitación con otras compañeras en su misma situación. Al llegar allí, siente una especie de alivio al saber que no va a estar sola.

alumbramiento paul teixidor

Cada una de estas chicas recluidas en el reformatorio de Peñagrande, están allí por un motivo distinto pero todas van a tener el mismo fin. Lucía es la vía por la que conocemos la historia de todas ellas y el conocimiento que ofrece Teixidor de las vidas de Inmaculada, Lola, Candela, etc... es para reflejarnos: por un lado, el sinsentido de la permanencia de estas chicas en estos centros. Ellas no han cometido ningún delito. De hecho, ellas no piensan ni expresan en ningún momento que hayan hecho algo malo, simplemente son niñas de 13, 14 y 15 años embarazadas (a causa de distintas razones) y lo pagan apestadas de sus familias porque estaba mal visto y, sobre todo, porque aún seguían vigentes los retazos del franquismo en muchas instituciones.

Por otro lado, el dilema en el que las ponían cuando les quedaban poco para parir. Las cuidadoras de estos internados intentaban convencerlas de darlos en adopción porque ¿Qué futuro tendrían sus hijos si para ellas no se preveía un futuro próspero?

El elenco de la película es algo admirable: las actrices que dan vida a las niñas embarazadas derrochan talento al interpretar estas vidas tan trágicas, realizan unos papeles devastadores con una naturalidad asombrosa. Laura Gómez La Cueva hace un personaje inmejorable; el aspecto fiero que posee de antemano la actriz, confiere a la Señorita Pura una apariencia de severidad propia de las trabajadoras de estos centros de reeducación.

La fotografía de Alumbramiento está compuesta por interiores poco iluminados, de ambientes funestos, para transportarnos a esta época oscura de los años 80. 

Estos episodios de la historia de España no son cosa de hace tantos años, estos hechos ocurrieron hace más o menos 40 años y sorprende que algo así se pudiese permitir, cuando la dictadura había finalizado  y la época moderna en España ya estaban dando sus primeros pasos con la victoria del PSOE. En parte,  Alumbramiento quiere reflejarnos lo difícil que fue eliminar el arraigo del franquismo en la sociedad española.

Es inevitable además relacionar esta película con La Maternal, esta última es un avance gigantesco en lo referido a las madres adolescentes: ahora pueden decidir si abortar o no, si criarlo o no, si darlo en adopción o no, sin que las recluyan por su condición. Pero también las luces y las sombras de tomar esa decisión a edad muy temprana.


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