Crítica de Mamífera
Crítica de Mamífera
Por las que no quieren cambiar sus vidas
El film relata la historia de una pareja, Lola y Bruno, que viven juntos y son felices en la simpleza con la que llevan su relación y sus vidas. Pero todo da un giro de 180 grados para Lola, cuando acude al ginecólogo y le comunica su embarazo de 10 semanas. A partir de esta noticia, ella empezará a plantearse y a dudar si de verdad está convencida del todo de su maternidad no deseada.
Los momentos íntimos y pasionales de dos personas enamoradas; las situaciones cotidianas que hay en un hogar donde solo viven estas dos personas y un perro. Aquí es donde el espectador aprecia lo bonito que es llevar una vida sencilla, sin complicaciones, sin tener ataduras y con la única responsabilidad de tener un trabajo y pagar un alquiler. Liliana Torres muestra estas escenas con planos sencillos y abiertos en donde logra captar la belleza de estos momentos, y en los que consigue arrancar una sonrisa al espectador.
No arriesga en complejidad de planos a lo largo de toda la película. Prefiere mantener distanciada la cámara del personaje en torno al que gira Mamífera, Lola. Incluso cuando le dice su ginecólogo que está embarazada, para no ahondar en el dramatismo que supone esta noticia para alguien que tiene claro que no quiere tener hijos. De hecho, ese alejamiento le aporta un toque cómico a la situación porque parece que no se lo llega a creer.
Tanto María Rodríguez Soto como Enric Auquer realizan unas interpretaciones increíbles. Ella desprende una naturalidad arrolladora, sabe expresar muy bien todas las fases por las que puede pasar alguien que está pensando si tener un hijo o no. Es una persona que no quiere ser madre pero se plantea las dudas de si hace lo correcto o no, si será más o menos feliz o no… Son cuestiones que consigue hacer pensar al espectador la complicada tesitura que supone la libertad de elección. Algo que puede parecer simple, ella nos hace ver que no lo es.
Por su parte Enric Auquer, se introduce a la perfección en la piel de Bruno, quien es un novio ideal: comprensivo, cariñoso, amable, simpático… Un novio perfecto. Vemos cómo cuida y mima a María de una forma desmedida, que incluso llegamos a pensar que es un poco tonto, por darla la razón en todo y no rechistar nunca. Enric Auquer ha pasado por muchos papeles: de matón en Sky Rojo; de novio tóxico en La casa en llamas; de profesor en El maestro que prometió el mar. Y viéndole en Mamífera con un personaje tan distinto al resto, sorprende ver lo bien que maneja a éste y la versatilidad que posee.
Mamífera muestra la complejidad que conlleva la libertad de elección para una mujer que no desea ser madre, presentándonos todo un repertorio de tipologías de maternidad y las reflexiones que puede tener por ser la única en su entorno que lo rechace. Para personas como Lola, la no maternidad es tal y como Liliana Torres lo representa en las escenas finales de la película: pájaros que salen de la barriga que simbolizan la libertad.
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