Crítica La prisión de los Andes
Crítica de La prisión de los Andes
De todo menos barrotes en las ventanas
Es obvio pensar que se deben meter en cárceles a personas que hayan cometido cualquier tipo de delito, sin distinción alguna. Unos pasarán más años que otros, según la gravedad de lo cometido. Pero los altos dirigentes de la dictadura de Pinochet, quienes fueron encarcelados para cumplir condena por los crímenes de lesa humanidad realizados durante la dictadura chilena (1973 al 1990), gozaron de todo tipo de comodidades y lujos en una especie de casa rural en los pies de las cordilleras de los Andes. La prisión de los Andes, dirigida por Felipe Carmona, muestra la serie de beneficios que tenían estos reclusos y sus intentos por impedir el traslado a una cárcel común. Cuenta la vida de los cinco torturadores más crueles de la dictadura de Pinochet durante su estancia en una lujosa cárcel a los pies de la Cordillera.
Un localización de lujo
No han pasado ni 5
minutos de La prisión de los Andes y sorprende ver lo que hay en pantalla. En planos detalle, vemos a un empleado de la penitenciaría
donde se encuentran los torturadores cómo le corta las uñas a uno de ellos, le
peina, le afeita... Como si estuviera en un hotel de 5 estrellas en el que ha
pagado para que lo mimen y le hagan todo tipo de cuidados.
El escenario de esta
cárcel es un acierto, porque nos muestra un hogar idílico en donde hay
de todo menos barrotes en la ventanas. Observamos a los 5
protagonistas haciendo las actividades que les placen e incluso tratando a los
empleados como si fueran sus criados y consigue que sientas rabia hacia ellos,
porque sabes que en realidad esto sucedió de verdad. Pero en medio de todo este
paraíso, uno de ellos, Contreras, da una entrevista a la televisión pública
contando que están en un lugar creado "especialmente para ellos".
Iluminación bien
conseguida
La elección de esta
ubicación para recrear los pies de los Andes, ha dado juego para un abanico de
situaciones: en las escenas de noche, se utiliza un contraluz con una luz
amarilla y roja de fondo, y con una vegetación tropical que alude a las situaciones
de guerra similares a las de Apocalypse Now. Además, el
empleo de la niebla en estas escenas de noche, nos sirve como preludio de que
algo malo va a suceder pronto.
Para las escenas de día, la situación de esta prisión en un enorme campo abierto donde en los alrededores solo hay montañas y plantas, la luz solar ofrece una fotografía naturalista tanto en exterior como en el interior del penal.
Actuaciones realistas y
creíbles
Los 5 actores
principales, quienes interpretan a los 5 exoficiales, poseen cada uno
una forma de ser propia y consiguen que realmente sientas intimidación por
ellos. Son exdirigentes de la dictadura de Chile, y como tal, se siguen
creyendo intocables y que son los que mandan en ese lugar.
Al preso que le hacen la entrevista para la televisión, lleva a cabo una declaración muy parecida al que hicieron los dirigentes del régimen nacionalsocialista en Los Juicios de Nuremberg. Piensa que es inocente ya que él solo cometía órdenes y no podía llevarle la contraria a la figura de Pinochet.
Entre dos de los
protagonistas, se establecen situaciones propias de personas de avanzada edad:
de vez en cuando, se retan a recordar quiénes fueron los campeones olímpicos de
los últimos años. Son escenas que realizan con bastante naturalidad y
credibilidad, y que reflejan que quieren hacer todo lo posible para
retardar la pérdida de memoria, aunque tengan que pasar el resto de su vida
entre rejas.
Situaciones poco
verosímiles
Hay un par de escenas
en La prisión de los Andes que no compaginan mucho con
la historia. Una de ellas, es el uso que hace uno de los condenados de una
armónica, insinuando la soledad que siente en la prisión de lujo. Claramente,
no es creíble, ya que tiene todo a su alcance y parece que se ha puesto un poco
de relleno.
Al igual que otra, en la
que hacen una clarísima referencia a la mítica escena de la
cabeza del soldado saliendo del agua en Apocalypse Now y
entrando de nuevo en el agua. Sinceramente, no parece tener mucha cabida ese
plano en la situación en la que se desarrollaba la secuencia. Da la
sensación de estar falto de ideas.
Conclusión de 'La prisión
de los Andes'
La forma de contar la
historia es pausada, ya que se va
detallando las personalidades de cada uno de los reclusos y de la injusticia
que sienten porque les están arrebatando comodidades. En otros momentos, puede
parecer un poco lenta ya que cuenta con precisión situaciones del día a día en
la cárcel, los menesteres de los empleados, las charlas y los pensamientos de
los presos que hace que quizás eches un poco menos algo más de acción en la
trama.
A pesar de tener escenas
que nos saquen un poco de lugar, La prisión de los Andes tiene
una estupenda producción que se refleja en multitud de
aspectos de la película: localizaciones, fotografía, actores, vestuario... que
nos lleva a pensar que estamos realmente antes los 5 torturadores más crueles
de la dictadura chilena.
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