How to have sex y Paulina | Crítica comparativa
How to have sex y Paulina
"Eso te pasa por andar donde no debes"
(Crítica comparativa de películas)
El angustioso
plano de la violación grupal en Paulina (La Patota, Santiago Mirte,
2015, Argentina) o el estremecedor plano de un consentimiento
cuestionable en How to have sex (Molly Manning Walker, 2023, Reino
Unido) son dos formas de violencia hacia la mujer totalmente opuestas, pero
reflejan que es un problema difícil de paliar y no entiende de épocas ni de fronteras.
Estas dos películas muestran las historias de Paulina y Tara, para quienes el
lugar es un aspecto determinante a la hora elegir si denunciar o no, tras haber
sufrido una violación.
El film de Santiago Mirte es el remake de La Patota (Daniel Tynaire, Argentina, 1690) en
donde la protagonista, Paulina, tiene un sentimiento irrefrenable por ayudar a
los desfavorecidos y viaja a una zona muy pobre de Argentina. En este ambiente
de clases sociales de menores recursos, poca cultura y trabajos precarios es
donde le sucede la agresión. Es por la noche y lo vemos de manera casi
imperceptible: en un plano general la vemos montada en una moto, conduciendo
hacia su casa, y en cuestión de un segundo la agarran 4 chicos y no la volvemos
a ver, solo sus gritos fuera de campo. Como si el director diera a entender que
estos actos en estos lugares suceden rápidamente, de forma subrepticia y en la
total oscuridad. Mientras que, en el film de Walker, la protagonista, Tara, lo
único que quiere es pasarlo bien de vacaciones con sus amigas. Aquí, la música,
la fiesta, el alcohol y la playa dominan en todo momento las imágenes y nos
muestra la realidad del mundo de la noche y sus contrastes. Un ejemplo es la
escena de la mamada; cuando en una fiesta un chico participa en un juego, una
chica le hace una felación delante de toda la gente mientras los organizadores
la animan. Una muestra de que, en estos ambientes de fiesta, el sexo es un
divertimento más, algo de poco valor, y no algo especial. Y es en este ambiente
depravado donde abusan de la protagonista, que aún es virgen.
Para ambas, el
lugar donde se encuentran, son importantes para tomar una decisión: por un
lado; Paulina no siente la necesidad de denunciarlo porque piensa que, en un
entorno rodeado de pobreza y violencia, estas situaciones pueden ocurrir. A
esto, se suma la lástima que siente por la gente de allí, y que queda muy bien
reflejado en la escena de Paulina buscando a uno de sus violadores en el
trabajo y le advierte de que no va a decir nada. Una señal de que prefiere
callarse, a que uno de ellos esté en peores condiciones de las que está. Y por
otro; a Tara la vemos en una encrucijada. Apreciamos que no sabe muy bien qué
pensar porque dio su consentimiento verbal aquel día. Pero su expresión
corporal, su mano agarrando la arena de la playa, no reflejaba que lo
disfrutara ni que estuviera convencida. Expresa de forma tan creíble esa
complicada mezcla de confusión, vergüenza y tristeza que hasta nos llega a dar
angustia. Y como está de vacaciones, decide callarse e intentar olvidarlo saliendo
de fiesta. Pero en un plano largo donde está ella sola volviendo a casa,
la vemos dolida, llorando en intentando recomponerse rápidamente antes de
llegar al hotel para que no vean lo rota que está por dentro.
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